Sony lleva mucho tiempo superando los límites de lo que se puede esperar de las cámaras compactas sin espejo. Tanto si tienen objetivos intercambiables como si no, las capacidades técnicas que ofrecen son asombrosas, especialmente en lo que se refiere al enfoque en tiempo real y al reconocimiento del sujeto.
Los modelos más pequeños, como los de la serie A6000 equipados con un sensor APS-C, siempre han tenido algún inconveniente. Ya sea por la falta de algunos puertos, la ausencia de niveles de grabación de vídeo 4K con mayor velocidad de fotogramas o la falta de una pantalla táctil abatible.
Con la A6700, esos compromisos ya no existen. Con su última (aunque bastante cara) A6700, la cámara ofrece todo lo que se puede desear y lo hace con un cuerpo increíblemente compacto y ligero.
Sony A6700
Sony ofrece todo lo que cabría esperar de la A6700: una cámara pequeña y cómoda con grandes capacidades fotográficas y de vídeo potenciadas por unas impresionantes capacidades de autoenfoque y seguimiento en tiempo real.
- El seguimiento de objetos en tiempo real es fantástico
- Enfoque automático superrápido
- Imágenes y vídeo limpios y nítidos
- 4K hasta 120 fps (recortado)
- No es barata
- Sólo una ranura para tarjetas SD
Diseño
- 122 x 69 x 75,1 mm, 493 g (con batería y tarjeta SD)
- Pantalla táctil abatible y giratoria
- Puerto USB-C, salida micro HDMI, SD y entrada de micrófono de 3,5 mm
- Zapata de interfaz múltiple digital
Cuando se lanzó la A6600 allá por 2019, me encantó la cámara por su diseño compacto y ágil. Emparejada con el objetivo adecuado, ofrecía unos resultados de imagen y vídeo fantásticos, todo ello en un dispositivo realmente fácil de transportar y -algo crucial- mucho más ligero que las cámaras de fotograma completo.
Su mayor problema, en mi opinión, era la falta de una pantalla abatible. El monitor de la parte trasera se articulaba, pero sólo hasta cierto punto. Giraba y se abatía hacia arriba para mirar al frente, pero eso significaba que estaba bloqueada en cierto modo por la parte superior de la cámara y quedaba completamente oscurecida si se montaba algo en la zapata.
Ese problema ya no existe con la A6700. Sony se ha deshecho del movimiento limitado y lo ha sustituido por una pantalla totalmente articulada que puede girar hacia fuera y hacia arriba, por lo que se puede colocar prácticamente en cualquier ángulo. Tanto si quieres que mire hacia delante como si estás detrás de la cámara y tienes que hacer tomas difíciles desde arriba o desde abajo. Es mucho más flexible.
Aprovechando algunas lecciones de las recientes cámaras vlogger de la serie ZV, la A6700 también cuenta con una pantalla táctil que se puede utilizar para prácticamente cualquier cosa. Puedes tocar para enfocar o para seguir un objeto/sujeto, y puedes ajustar parámetros importantes como cambiar el modo de reconocimiento del sujeto para que coincida con lo que estás intentando fotografiar.
Por lo demás, se mantienen muchos de sus principios de diseño. Los botones y diales a lo largo de la parte superior están diseñados para ser bastante plana a la superficie y no sobresalen. Gracias a su tamaño compacto, son fáciles de alcanzar con el pulgar desde la parte posterior, por lo que es muy sencillo cambiar de modo de disparo o ajustar la exposición. También hay otro dial de fácil acceso en la parte delantera de la empuñadura de la cámara.
A pesar de ser pequeña, Sony nos ha proporcionado una empuñadura de tamaño decente a la que agarrarnos. Una vez más, ésta es una de las discretas alegrías de utilizar el buque insignia de la serie A6000. Con una cámara pequeña y ligera y una empuñadura de buen tamaño y agarre, resulta cómodo sostenerla durante largos periodos de tiempo y nunca resulta incómoda. Se le puede acoplar una correa para el hombro si se desea, pero personalmente nunca sentí la necesidad de hacerlo.
Es una cámara pequeña y estupenda con la que es fácil disparar sin trípode y que, por supuesto, no ocupa mucho espacio en la mochila ni pesa demasiado.
Su selección de puertos la convierte en una opción práctica para todo tipo de usuarios, aunque la mayoría de ellos son ya bastante comunes en el mundo de las cámaras. Entre ellos se incluyen dos puertos de 3,5 mm -uno para entrada de micrófono y otro para salida de auriculares-, además del micro HDMI para salida de vídeo y un puerto USB-C para carga rápida y transferencia de datos. Todos ellos están integrados en el lateral izquierdo de la cámara, junto con la única ranura para tarjetas SD.
Vídeo y fotos
- Grabación 4K hasta 120 fps - 10 bits 4:2:0 (recortado)
- Grabación 4K hasta 60 fps - 10 bits 4:2:2 (sensor completo)
- Sensor CMOS APS-C de 26 MP - Procesador Bionz XR
Otra mejora prioritaria respecto a la A6600 son las capacidades de grabación de vídeo. En concreto, aquel último modelo -lanzado casi cuatro años antes que ésta- podía grabar a resolución 4K, pero sólo a un máximo de 30 fotogramas por segundo. Incluso en aquel momento, no era una velocidad de fotogramas máxima impresionante. Sin embargo, esta vez Sony se ha puesto las pilas y ofrece hasta 4K a 120 fotogramas por segundo, a 10 bits 4:2:0 y a 200 Mbps.
Lo que esto significa es que puedes grabar contenido 4K de alta resolución, grabar a esa velocidad de fotogramas superalta y luego ralentizar el metraje a 1/2 o incluso 1/4 de velocidad y seguir manteniendo la fluidez en la reproducción a 30 fotogramas por segundo. Es una gran herramienta. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que si activas la grabación a 120p, te encontrarás con un recorte de 1,58x, por lo que no estarás utilizando todo el ancho del sensor.
Si quieres un metraje con una tasa de bits aún mayor y quieres aprovechar todo el ancho del sensor, también puedes hacerlo, pero no a 120 fps. Con el formato XAVC S-I de Sony puedes grabar 4K a 4:2:2 de 10 bits hasta 60 fotogramas por segundo y con una tasa de bits de grabación de 600 Mbps.
Huelga decir que esos archivos son enormes, por lo que necesitarás una tarjeta SDXC rápida con mucho espacio de almacenamiento para aprovecharlos, a menos que te alegres de quedarte sin espacio tras muy poco tiempo de grabación.
Gran parte de esta capacidad se debe al sensor APS-C de 26 megapíxeles, pero también al motor de procesamiento de imágenes Bionz XR y al diseño térmico de la cámara.
Este sensor, como hemos visto recientemente en otras cámaras Sony, como la Alpha 7R V, es capaz de realizar un procesamiento rápido y preciso. Combina el enfoque automático por detección de fase y por detección de contraste, lo que le da una ventaja sobre muchos competidores. De hecho, el 93% del sensor está cubierto por puntos de detección de fase (759 en total), lo que garantiza que no importa en qué parte del encuadre se encuentre el sujeto que se está enfocando.
Junto con algunas de las funciones mejoradas de IA -de las que hablaré en un segundo-, esto significa que puedes obtener imágenes fantásticas sin un gran esfuerzo. Y buenos vídeos. Tanto si quieres disparar en modo totalmente automático porque no te sientes lo suficientemente seguro como para hacerlo en manual, como si sabes lo que haces con la ISO, la velocidad de obturación, la abertura y demás, la cámara ofrece un rendimiento constante.
Con un buen objetivo, no sólo obtendrás imágenes nítidas con un gran color, sino también una profundidad encantadora y un bokeh natural. Gracias al sensor de 26 megapíxeles, los detalles son preciosos y nítidos, e incluso cuando los niveles de luz bajan un poco, no vi ruido excesivo ni siquiera en las sombras y las zonas problemáticas. El efecto Rolling Shutter, en el que el vídeo se mueve un poco al girar la cámara, tampoco parece tan problemático como en las cámaras APS-C anteriores.
La inteligencia artificial cambia las reglas del juego
- Seguimiento en tiempo real: reconocimiento de insectos, animales, personas, aviones y trenes
- AF híbrido con detección de fase y detección de contraste
- Función de encuadre automático de vídeo para vlogging
Aunque la calidad de imagen y vídeo es muy buena en general, y las opciones y modos de disparo son muy útiles, es el procesador de imagen Bionz XR mejorado con IA lo que realmente eleva la experiencia. Es algo que Sony ha implementado en varias cámaras, empezando por la A7R V lanzada en 2022 y desde entonces en varios modelos más recientes.
Mientras que muchas otras cámaras (y modelos anteriores de Sony) eran excelentes para reconocer las caras y los ojos de los animales, la A7600 puede hacer mucho más que eso. Al configurarla como "humana", no sólo busca la cara y los ojos, sino también dónde está la cabeza en relación con el resto del cuerpo. Sabe dónde están las extremidades, puede seguir el momento y, si la cabeza se pierde de vista, utiliza ese reconocimiento para predecir (con precisión) dónde está la cabeza y mantener enfocadas las partes relevantes.
Lo que esto significa es que nunca sentí que tuviera que preocuparme o pensar demasiado en el enfoque. Podía disparar con el enfoque automático prácticamente todo el tiempo, simplemente tocaba a la persona a la que estaba disparando y se mantenía bloqueado incluso si esa persona se movía. Incluso si se salía del encuadre.
Además, ahora la cámara reconoce insectos. Lo probé varias veces disparando con el enfoque automático, tanto en fotos como en vídeo, y descubrí que era realmente bueno a la hora de mantener el enfoque en los insectos, incluso en los relativamente pequeños. Seguí a un abejorro que se alimentaba de flores de mejorana y grabé un vídeo de su búsqueda de néctar. Lo mismo ocurrió cuando grabé instantáneas de una mosca planeadora y otros insectos silvestres que se posaban en las flores.
También es capaz de reconocer aviones y coches, por lo que, para aquellos a los que les guste fotografiar vehículos a gran velocidad, debería seguirles el ritmo.
Además, la A7600 se inspira en algunas cámaras ZV recientes al añadir la función de vídeo con encuadre automático. Con esta función activada, puedes moverte por cualquier parte del encuadre y el vídeo se recortará y te seguirá. En teoría, es un poco como la función Center Stage del iPad y el Mac. Detecta dónde está tu cara en el encuadre y, si estás un poco lejos, hace zoom para acercarte o, si te acercas, amplía la toma. Todo esto se hace automáticamente en la cámara.
Su uso es sorprendentemente eficaz. Aunque personalmente tiendo a disparar mis partes a la cámara sentado en la misma posición estacionaria, para los que se mueven mucho, podría ser muy útil.
La duración de la batería es lo suficientemente fuerte como para que también puedas utilizarla con mucha libertad. Según la hoja de especificaciones de Sony, con la batería llena se pueden grabar unos 90 minutos. La realidad es que puede ser difícil llegar a esa cifra si grabas en 4K a altas tasas de bits, pero aún así deberías obtener cómodamente una hora de uso sin muchos problemas. Además, incluso cuando está vacía, la compatibilidad con Power Delivery a través del puerto USB-C del lateral permite recargarla rápidamente al enchufarla.
Veredicto
Al final, Sony ofrece todo lo que cabría esperar de la A6700: una cámara pequeña y cómoda con grandes capacidades fotográficas y de vídeo potenciadas por un autoenfoque y una inteligencia artificial impresionantes.
Con funciones como el reconocimiento de insectos, el seguimiento del cuerpo y el movimiento humanos y el encuadre automático en vídeo, es una cámara que no sólo es capaz de capturar a un alto nivel de velocidad de bits y resolución, sino que además es increíblemente inteligente. Esto hace que sea fácil dejarla en enfoque automático todo el tiempo, sabiendo que obtendrás una gran calidad de imagen con el enfoque en los lugares correctos.
Por supuesto, su modo manual está listo y disponible en cualquier momento que desee sumergirse en el meollo de la cuestión, pero la flexibilidad de la A6700 aquí hace que sea increíblemente atractiva para una amplia gama de personas.
Su aspecto externo puede dar la sensación de ser pequeña y bonita, pero lo que Sony ha fabricado en realidad es un monstruo, en el mejor sentido posible. No es precisamente barata, pero es fantástica.